La Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) se convirtió este primer domingo de marzo en el escenario donde se impartió el Examen Nacional Único para Aspirantes a Residencias Médicas (versión 2020), al cual acudieron cuatro mil 810 profesionales egresados de diversas universidades en el área de la salud, para someterse a dicha evaluación, tratar de ser seleccionados y ocupar una plaza de las 943 ofertadas en diversos programa de especialidad en los hospitales docentes.
El acto inaugural estuvo encabezado por los doctores: Emma Polanco Melo, rectora de la Primada de América; Rosel Fernández, decana de la FCS de esa academia; Waldo Ariel Suero Muñoz, presidente del Colegio Médico Dominicano (CMD); Rocío Caridad, directora de la escuela de Medicina; junto a Bienvenido Peña, director del Consejo Nacional de Residencias Médicas, así como representantes de los ministerios de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (MESCYT).
La doctora Fernández, al hablar en la explanada de la FCS (frente al Aula 100), defendió la transparencia y diafanidad de este proceso evaluativo, donde participan médicos y odontólogos, al tiempo que aseguró que la prueba a impartirse ese día, a partir de las 8:30 de la mañana, terminó de ser preparada unas horas antes, lo que garantiza que la misma no he estado circulando en las redes sociales.
Asimismo, resaltó el apoyo recibido de parte de la doctora Polanco Melo, quien no escatimó esfuerzos a fin de que este proceso se lleve a cabo de forma diáfana y transparente, consciente del compromiso que tiene esa casa de altos estudios superiores con el país y con esa facultad que forma a los médicos y demás profesionales de carreras afines.
Explicó también que en dicho examen participan no solo médicos y odontólogos dominicanos, sino también aquellos titulados extranjeros interesados en ingresar al Sistema Nacional de Residencias Médicas y que previamente hayan procedido a convalidar su diploma de grado, para cursar una de las 49 subespecialidades programadas este año.
La decana señaló que los casi cinco mil aspirantes serían repartidos en seis de los edificios de la UASD, donde cada grupo estaría a cargo de un jurado examinador, que durante la evaluación no debían portar equipos electrónicos de ningún tipo (tabletas, celulares, audífonos) comprobar que las hojas de preguntas están completas del 1 al 100, que cuentan con dos horas para su realización y que al concluir tenían que alejarse del área para no interrumpir a sus compañeros.
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