La maestra Ana
Cristina Roa Ramírez, de la Facultad de Ciencias de la Educación de la
Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), abogó por una interacción
afectiva y cercana de los docentes hacia sus estudiantes, en ruptura con
conductas como el uso del sarcasmo, la ironía, las burlas, las amenazas y los
famosos “ganchos”, que no tienen sustento en las teorías pedagógicas
actuales y que, como han planteado estudiosos, son heredadas en la cultura
dominicana, entre muchos factores, por el régimen dictatorial trujillista.
Sostuvo que
lamentablemente este tipo de actitudes están presentes en la práctica
pedagógica de algunos maestros universitarios, por lo que se requiere abrazar
“una interacción docente que respete la dignidad del estudiantado, su
autonomía, como protagonista de su proceso de aprendizaje”, que contemple la
demostración de las expectativas y propicie la motivación al estudio, debido a
que la interacción afectiva provee un soporte para generar conocimientos o
aprender a pensar, y promueve la valoración personal que ayuda al
empoderamiento para la transformación social. Esto, agregó, “en oposición a una
práctica docente en que el maestro busque ser el centro de atención o demostrar
estatus, por medio de discursos o conferencias”.
“Desde que se entra
en el aula se está enseñando, se está enviando un mensaje”, manifestó la
experta en didáctica. Afirmó que el estudiante que decide ingresar a una
carrera universitaria, llega por un sueño, por “una meta personal que a la vez
implica progreso para su nación y nuestra actitud como docentes influye
significativamente en el proceso de aprendizaje”.
Explicó que el
enojo, la ira o amenazas y hasta los famosos “ganchos” activan
neurotransmisores relacionados con el estrés, y precisó que tales ideas han
sido validadas por quienes estudian sobre la didáctica actual y, en
particular, desde la neurodidáctica.
“Los estudiosos de
la didáctica actual valoran la cercanía, la armonía emocional y el
disfrute de la clase, y según la neurodidáctica los profesores son
modificadores de la actividad cerebral, confirmando que las emociones positivas
activan neurotransmisores que facilitan la conexión de las neuronas y por ende
la neuroplasticidad, lo cual permite el logro de los nuevos conocimientos.
Roa, quien posee
estudios de postgrado en Enseñanza Superior, recordó que grandes pedagogos como
Paulo Freire y Eugenio María de Hostos han evidenciado como requisito de una
práctica docente realmente científica, el que la interacción esté
caracterizada por la afectividad, sin negociar el rigor intelectual de la
clase.
La docente de la
Escuela de Formación Docente para la Educación Infantil y Básica de la Facultad
de Ciencias de la Educación (FCE) de la academia estatal planteó que “desde el
aprender a convivir, es necesario empezar a valorar la dignidad del
estudiantado, no verlo como un número, sino como una persona que es ente de
cambio en su sociedad y desde el aprender a hacer, adecuar la metodología de
enseñanza al contexto educativo”, así como fomentar en clases la autoevaluación
estudiantil. Abogó, igualmente, por la apertura de los docentes a nuevos
conocimientos y a manejar su personalidad acorde a la ética profesional. “Desde
el aprender a conocer, necesitamos mostrar apertura al conocimiento cambiante,
ya que la información en estos tiempos es accesible para todos” y “desde
el aprender a ser, necesitamos el entrenamiento de nuestra personalidad para
adaptarlo al rol que desempeñamos y a la ética de la enseñanza”.
La maestra Ana
Cristina Roa Ramírez externó sus consideraciones al pronunciar la conferencia
“Tu mirada y tu voz. La interacción afectiva en la docencia universitaria”,
realizada a partir del artículo del mismo nombre publicado en el cuarto número
de la revista Facetas Educativas.
La conferencia de
Roa tuvo lugar en el acto de reconocimiento por la indexación de este órgano de
difusión académico-científica de la Facultad de Ciencias de la Educación de la
UASD al servicio de la reflexión crítica en materia educativa, y de puesta en
circulación de su quinto número.
En la ceremonia
fueron reconocidos decenas de académicos y académicas de la UASD y de otras
universidades dominicanas y de otros países, por sus aportes a la revista como
autores o autoras de artículos y ensayos y como pares evaluadores; además,
autoridades, funcionarios y personal técnico y administrativo de esta casa de
altos estudios y de otras instituciones nacionales que contribuyeron al proceso
de desarrollo, virtualización e institucionalización de la publicación, entre
quienes se destacaron con menciones especiales la exdecana y la actual decana
de la FCE Ana Dolores Contreras Núñez, y Juana Encarnación, respectivamente; el
director fundador de la revista, Luis Ulloa Morel; el actual director de la
revista y del Instituto de Investigación e Innovación Educativa, Basilio
Florentino Morillo; la editora, Isaura Cotes Javier; los maestros Manuel
Herasme y Pericles Romero, y el director de Investigación de la FCE,
Wilfredo Rosario.
Además, el
vicerrector de Investigación y Postgrado, Radhamés Silverio; el director de
Investigaciones Científicas y Tecnológicas, César Díaz; el director de
Tecnología de la Información, Manuel Romero; el coordinador de Sistemas y
Páginas Web de la UASD, Marlon Santana; las maestras Angelina Sosa y Carolyne
Durán, de la Vicerrectoría de Investigación y Postgrado; las servidoras
universitarias Mariela Bello y Kendia Tineo, y los servidores de la Facultad de
Ciencias de la Educación José Aquino, Alejandro Gómez, Diego Sosa, Joaquín del
Villar y Nayroby Belliard.
De igual manera, Greivis
Asencio, de la Biblioteca Nacional Pedro Henríquez Ureña; Dilcia Armesto, del
Instituto Dominicano de Evaluación e Investigación de la Calidad Educativa
(IDEICE), y Raynelda Rodríguez, educadora.
Pies de Fotos:
1.
Ana Cristina Roa Ramírez, es docente
de Didáctica General de la Facultad de
Ciencias de la Educación de la UASD.
2.
Parte de las académicas y
académicos articulistas en Facetas
Educativas reconocidos en la actividad.
3.
En la ceremonia de reconocimiento
participaron autoridades universitarias, docentes, personal técnico y administrativo y otras
personas que han contribuido con el desarrollo e institucionalización de la
revista Facetas Educativas.